El evangelio y el Corán

Tanto la religión cristiana como la islámica
sostienen que son religiones reveladas. Jesús
declaró que el mensaje que él impartía no era
suyo sino que provenía de Dios:
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el
Padre que me envió, el me dio mandamiento de lo
que he de decir y lo que he de hablar.
(Juan 12:49)
...hombre que te ha hablado la verdad, la cual
ha oído de Dios.
(Juan 8:40)
Del mismo modo, el Corán sostiene que las
revelaciones de Muhammad eran mensajes recibidos
de Dios:
"Este libro es una revelación del Soberano de
los Mundos. El Espíritu fiel lo ha traído del
cielo y lo ha depositado en tu corazón a fin de
que fueses mensajero"
(El Corán 26:192-194)
Desde este punto de vista, la verdad de ambas
religiones depende; primero de la precisión con
que se hayan registrado las inspiradas palabras
de sus profetas y segundo, de la pureza textual
de sus escrituras. Si el mensaje que les fue
revelado por Dios no nos fue transmitido
exactamente como fue enviado, sino que fue
malversado y alterado, entonces se puede
considerar a esa religión como alejada de la
verdad. En estas líneas veremos si las palabras
reveladas a Jesús y a Muhammad ( La Paz sea con
ellos) han sido fielmente registradas en el
Evangelio y en el Corán y si han sufrido
cualquier tipo de alteraciones.


Composición de los Evangelios
Encontramos en la Biblia cuatro Evangelios:
• El Evangelio según San Mateo
• El Evangelio según San Marcos
• El Evangelio según San Lucas
• El Evangelio según San Juan
En estos evangelios encontramos que muchos
relatos y dichos de Jesús, que se registraron
entre los 40 y los 80 años después de su
ascensión, se basaron en algunos documentos que
luego se extraviaron.
Estudiosos de la Biblia han identificado estos
documentos como:
"Q" (La fuente de Germán Quelle), un documento
escrito en Arameo, que llegó a las manos de los
piadosos que tradujeron los evangelios al
griego.
"Urmarcus" (Marcos primitivo), un borrador que
Marcos había escrito basándose en los discursos
de Pedro sobre Jesús.
"L" una colección de informes sobre Jesús que
tenía Lucas exclusivamente.
Si comparamos los cuatro evangelios veremos que
sus autores interpretaron y transcribieron estos
documentos en forma liberal e inclusive, ni
siquiera vacilaron en cambiar algunos de sus
contenidos para acomodarlos a su conveniencia.
El primer Evangelio que vio la luz fue el de
Marcos. Se escribió en Roma unos 40 años después
de la tan mentada crucifixión de Jesús. Se sabe
que este evangelio , tal como lo conocemos hoy
en día, es una versión más extensa del
"Urmarcus", acerca del cual Papías, uno de los
primeros escribas cristianos, dijo:
El anciano Juan solía decir que Marcos, el cual
se había convertido en intérprete de Pedro -
escribía exactamente todo lo que recordaba. Sin
embargo, no lo hizo en el mismo orden en que el
Evangelio narra los profundos relatos de Cristo,
ya que Marcos no escuchó ni acompañó a Jesús.
Pero como dije anteriormente Marcos no se limitó
simplemente a transcribir las enseñanzas de
Pedro, sino más bien solía ajustarlas para
converger con las necesidades de sus oyentes,
como tampoco se esmeró en narrar
cronológicamente los discursos del Señor.
No se puede decir si Urmarcus fue editado por
Marcos o cualquier otra persona para redactarlo
en la forma que hoy lo leemos en el Evangelio de
San Marcos.
El Dr. C.J. Cadoux, quien fue profesor de
"Historia de la Iglesia" en la Universidad de
Oxford, revisó las conclusiones de eminentes
humanistas estudiosos de la Biblia en lo
concerniente a la naturaleza y composición de
este Evangelio:
Se escribió después del martirio de Pedro (65
DC) y en momentos en que Marcos, que no había
sido discípulo de Jesús, aparentemente no
encontró a ninguno de ellos para verificar sus
narraciones. Entonces, en las circunstancias en
que esta composición fue escrita, se explica que
exista en ella tanto indicio de precisión como
de ignorancia e inexactitud.
El Evangelio de San Mateo se escribió en griego
en la ciudad de Antioquía, alrededor del año 90
de la era cristiana. El autor empleó para ello
al menos dos de los documentos perdidos: El "Q"
y el "Urmarcus". Humanistas laicos se refieren a
este Evangelio como el trabajo realizado por
Mateo, el apóstol de Jesús.
Si Mateo escribió algo, debe haber sido sólo el
documento "Q".
Con respecto a las libertades que el desconocido
autor de este evangelio se tomó al tratar el
material original, el Dr. C.J. Cadoux dijo:
Pero, un examen minucioso al enfoque que él le
daba a los testimonios tomados de Marcos,
demuestra que Mateo se tomó la libertad de
editar y ornamentar ese material con el interés
de lo que él consideró la legítima honra del
Gran Maestro. A menudo las mismas tendencias son
visibles en otra parte , ya sea en el momento en
el que está produciendo el documento "Q" o
cuando suministra material propio. por
consiguiente, cualquier escrito de Mateo, puede
ser aceptado como un hecho histórico con gran
reserva.
El tercer Evangelio es el de San Lucas. Se
escribió en algún lugar de Grecia alrededor del
año 80 de la era cristiana, a beneficio de "el
más excelente Teófilo", probablemente un alto
oficial del Imperio Romano.1
A
los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas se les
llama los "Evangelios Sinópticos" porque se
basan en los mismos documentos perdidos y tienen
mucho en común.
El Evangelio de San Juan es muy diferente a los
anteriores. Es el único Evangelio donde se
afirma la divinidad y preexistencia de Jesús,
aunque no se atreve a poner este reclamo en boca
de Jesús. Al comienzo del Evangelio, el autor
denuncia que el divino "Logos" (verbo), "La
Palabra de Justicia de Dios", el Creador del
mundo; se ha encarnado en Jesús. El Evangelio de
San Juan se escribió cerca o en la ciudad de
Efeso, entre los años 110 y 115 de la era
cristiana. 2
Su desconocido autor, que tenía tendencias
antisemitas; presentó a los judíos como enemigos
de Jesús: Humanistas laicos se refieren a este
Evangelio como el trabajo de Juan, hijo de
Zebedeo, quien, de acuerdo con R.H. Charles,
Alfred Loisy, Robert Eisler y otros humanistas,
fue decapitado por Agripa I en el año 44 de la
era cristiana, o sea; mucho tiempo antes de que
se escribiera el cuarto Evangelio.


Lo Impreciso de los Evangelios
Los evangelios se escribieron después de que los
cristianos se dividieron en facciones. De hecho,
fueron editados para propagar las enseñanzas
sociales de las diferentes tendencias, y sus
autores no vacilaron en adulterar el material
tradicional relacionado con las enseñanzas de
Jesús, para cotejarlo al criterio de las
facciones.
Los cuatro evangelios que encontramos en la
Biblia, no fueron los únicos que se escribieron
en el primer siglo de la era cristiana. Hubo
muchos otros, incluyendo uno llamado "El
Evangelio según los Hebreos", escrito en Arameo
y utilizado por los nazarenos (como eran
llamados los primeros discípulos de Jesús,
quienes negaban la divinidad de Jesús y se
referían a él como un gran profeta.
A fines del siglo II, la naciente Iglesia empezó
a incluir en el canon de los Evangelios a: San
Marcos, San Mateo, San Lucas y San Juan; estos
fueron oficialmente aceptados el año 325 de la
era cristiana, declarándose en ese momento a los
demás en existencia como heréticos o apócrifos.


La Autenticidad del Corán
Por otra parte, estas dudas no existen con
respecto al Corán. Este contiene exclusivamente,
las revelaciones que el Profeta Muhammad recibió
de Dios, estas revelaciones le llegaron por
partes con intervalos de tiempo. Tan pronto como
recibía una de ellas se las comunicaba a sus
discípulos y les pedía, no sólo que la
escribieran sino que la memorizaran. En cada
ocasión, el mismo indicaba en forma precisa el
lugar al que pertenecía esa revelación. De este
modo, la totalidad del Corán fue mantenida en
forma escrita y memorizada durante la vida del
Profeta.
Después de la muerte del profeta, el primer
Califa, Abu Bakr, le encomendó a Zaid bin Thábit
la tarea de preparar una copia auténtica en
forma de libro, de la totalidad del texto.
Los compañeros del profeta habían escrito las
reve-laciones que recibía en pedazos de madera,
piel, huesos, etc. Zaid bin Thábit juntó todos
los textos y luego de compararlos con lo que
cientos de discípulos habían memorizado, compiló
una copia llamada "Mushaf" (hojas
encuadernadas); la autenticidad y exactitud del
mismo no puede ser impugnada.
Posteriormente y bajo las órdenes del tercer
Califa Othmán ( a 15 años de la muerte de
Muhammad), se prepararon siete copias del Mushaf
, que se enviaron a las diversas capitales del
vasto mundo islámico, confirmando su
autenticidad con los cientos de personas que lo
habían memorizado. Aún se conserva una de estas
siete copias en Tashkent y se puede corroborar
la similitud con las copias actuales.
El gobierno zarista de Rusia publicó una
reproducción exacta del mismo y también aquí se
nota la similitud con las copias y los textos
que hoy circulan en el mundo. Lo mismo se puede
decir de los Coranes existentes, completos o
fragmentados, que datan del primer siglo de la
era musulmana.
La práctica de memorizar el Corán en su
totalidad se ha mantenido vigente desde la época
del Profeta hasta nuestros días y actualmente se
puede contar el número de Háfiz (Título de quien
memoriza todo el Sagrado Corán) en cientos de
miles por todo el mundo. El resultado de esto es
que ningún humanista oriental u occidental,
musulmán o no, puede dudar de la pureza y
veracidad del texto del Sagrado Corán.
Incluso un crítico sumamente hostil como Sir
William Muir escribió sobre el Corán:
Probablemente no existe en el mundo otro libro
que haya conservado la pureza del texto durante
doce siglos.
Para comparaciones en el campo de la exactitud
científica, ver: "La Biblia, el Corán y la
Ciencia" del Dr. Maurice Bucaille y "Los
Orígenes del Corán", de Hamza M. Njozi.
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