INTRODUCCION


Muchas personas han entablado discusiones, han cometido asesinatos y han motivado guerras en el transcurso de los últimos dos mil años a causa de cómo se deberían entender ciertos pasajes del Nuevo Testamento. En el pasado, cuando los Padres de la Iglesia -u otros individuos- se enfrentaban con alguna de las ambiguedades y contradicciones de la Biblia especulaban sobre su significado. Intentaban interpretarla. Una vez aceptado el resultado de su especulación -ie. su interpretación personal- se convertía en un Sagrado Dogma. Con el pasar de los siglos se convertía en un hecho comprobado. Pero tales conclusiones no son verdades indiscutibles de ningún modo. Por el contrario, son especulaciones e interpretaciones convertidas en Tradición. Y esta Tradición es frecuentemente confundida con los hechos comprobados.

Sabemos, básicamente, cuales son los puntos de vista de las principales ramas del cristianismo, pero...¿Cómo se llegaron a formular estas doctrinas? Para comprender completamente lo que es la Cristiandad y al Jesús histórico -la paz sea con él- es necesario analizar todos los aspectos posibles. Y no solo es importante saber lo que la Iglesia enseña sino que es también importante lo que es ignorado y por qué es ignorado. Los evangelios nos dan una idea de quién era Jesús -la Paz sea con él-, pero los evangelios son documentos de una excesiva y mítica simplicidad. Describen un mundo infantilmente limitado a unos pocos conceptos, un mundo con un solo personaje, digno de cuento de hadas, totalmente desligado del tiempo en el que vive. Y en efecto es como leer una biografía de algún personaje estadounidense famoso, como Billy Graham, por ej., que no menciona sus amistades con varios presidentes y otros personajes influyentes, que no menciona el asesinato de Kennedy, ni habla de los movimientos raciales de los derechos civiles, ni de la guerra de Vietnam o los valores que cambiaron durante los sesenta, ni Watergate o sus consecuencias.

Contrariamente a las tradiciones cristianas; Palestina, a principios de la Era Cristiana, no era ningún reino de cuento de hadas, era un lugar real con personajes reales, tal y como vemos en cualquier otro lugar y en cualquier otra época. Herodes no fué el rey de alguna oscura leyenda. El era un poderoso gobernante cuyo paso por cuyo paso por el trono de Israel (37 AC. al 4 AC.) se extendió más allá del contexto bíblico hasta coincidir con famosas figuras seculares -Julio César, Cleopatra, Marco Antonio, Augusto y varios personajes familiares para nosotros desde el colegio hasta en las obras de Shakespeare. Palestina en el siglo primero de la Era Cristiana, como cualquier otro lugar en el mundo estaba sujeta a la influencia de una compleja gama de factores sociales, psicológicos, políticos, económicos, culturales y religiosos. Numerosas facciones luchaban entre sí o internamente. Muchas facciones tenían objetivos opuestos pero constantemente realizaban alianzas solo por conveniencia. Se urdían acuerdos secretos. La gente, como en otros lugares y épocas, se debatía entre el sopor apático y el fanatismo histérico, entre la vil cobardía y la convicción ferviente. Muy poco de ésto, si es que hay, se menciona en los evangelios, solo un residuo de confusión. Sin embargo, conocer estas tendencias, es esencial para comprender al Jesús histórico (El Jesús que realmente caminó sobre el suelo palestino dos mil años atrás) más que al Cristo de la Fé. Es a éste Jesús que pretendemos comprender más claramente. Hacer esto no es declararse anticristiano.

Un estudio de la historia de la Iglesia Primitiva con interpretaciones alternativas al Nuevo Testamento dan al rol de Jesús -la Paz sea con él- una nueva luz. ¿Y si el Jesús histórico no coincide con el Cristo de la religión?...Muchas otras preguntas se nos presentarán: ¿Cuál era su propósito real? ¿Qué del nacimiento virginal? ¿Qué de los milagros que hizo? La parte final de este libro responde a estas preguntas desde una perspectiva islámica. Mucha gente ha oido hablar del Islam. Pero decir lo que éste definitivamente significa es frecuentemente difícil. Los musulmanes creen que la Torah, el Evangelio y el Corán fueron todos originalmente revelados por un mismo Dios. Y es sobre ésta base -La fé en un solo Dios y una historia compartida- que esperamos lograr una mejor comprensión de las tres más famosas religiones del mundo.

 


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