CAPITULO 1
Los primeros libros escritos acerca de Jesús.

Contrario a lo que muchos cristianos creen, hubo
muchos evangelios y epístolas escritas sobre los
dichos y enseñanzas de Jesucristo que jamás
formaron parte del Nuevo Testamento. Estos
evangelios y epístolas fueron conocidos por
medio de los historiadores, los primeros padres
de la Iglesia y por el descubrimiento de los
manuscritos de Nag Hammadi y los rollos del Mar
Muerto. Debido a la diversa literatura existente,
en ese entonces, sobre Jesucristo, hubo mucho
desacuerdo entre las autoridades de la naciente
Iglesia acerca de qué libros debían de ser
oficialmente considerados como "Canónicos". Los
libros del Nuevo Testamento, tal como lo
conocemos hoy, no fueron definitivamente
aceptados hasta los concilios de Hippo Regios en
393 d.C. y Cartago en 397 d.C.
Los otros libros
Hubo otros libros, que en un principio se
consideraron canónicos, pero que no están
incluidos en lo que es el Nuevo Testamento
Moderno. Una de las primeras copias del Nuevo
Testamento llamada "Códice Sinaítico", que hoy
se encuentra en el Museo Británico y data del
año 350 EC; incluye "La Epístola de Bernabé" y
"El Pastor de Hermas". Otra de las más antiguas
copias de Nuevo Testamento, llamada "Códice de
Alejandría", incluye los escritos conocidos como
"Primera y Segunda Epístola de Clemente", fué
escrita en el siglo V EC y está en el Museo
Británico.
En 1945 se descubrieron 52 textos de tempranas
escrituras cristianas en el Alto Egipto, cerca
del pueblo de Nag Hammadi. Estos son los "Textos
de Nag Hammadi". Algunos estudiosos remontan
los manuscritos al período entre 350-400 EC,
mientras otros los remontan a épocas tan
tempranas como 120-150 EC. En 1966, éstos
manuscritos fueron traspasados a un grupo de
eruditos para ser traducidos y publicados. En
1977 el cuerpo completo de los manuscritos de
Nag Hammadi fué publicado en inglés.
El descubrimiento original de los pergaminos del
Mar Muerto fué en 1947 en una cueva del Valle
del Mar Muerto, en una localidad conocida como
Qumrán. No se sabe cuantos pergaminos fueron
originalmente encontrados, debido a que éstos
pasaron por las manos de muchas personas.
Algunos fueron quemados, otros vendidos en el
mercado negro. A pesar de esto, siete pergaminos
pasaron al dominio público, acompañados por
veintiún fragmentos. Búsquedas subsecuentes en
éstas cuevas produjeron más material. Una cueva
en particular, contenía más de 800 pergaminos.
Los pergaminos del mar Muerto contienen material
concerniente al Antiguo Testamento y la temprana
Cristiandad.
Para pesar de muchos eruditos historiadores y
mentes investigadoras, el proceso de traducción
de los pergaminos del mar Muerto has ido
extremadamente lento, comparado con el de los
textos de Nag Hammadi. Hoy, cuarenta años
después del descubrimiento de éstos, la gran
mayoría espera aún la publicación. Sólo a un
estrictamente reducido grupo de investigadores
se les ha permitido llegar a los pergaminos.
Todos los pedidos de otros eruditos, para
estudiar los pergaminos, han sido negados. Este
reducido grupo con acceso a los manuscritos, se
encuentra bajo la tutela de la Comisión Bíblica
Pontifícia, controlada por el Vaticano. Estos
eruditos trabajan a través del Instituto llamado
"Ecole Biblique", localizado en Jerusalén y
manejado por monjes dominicos.
La Comisión Bíblica Pontificia aún supervisa y
monitorea todos los estudios bíbicos llevados a
cabo bajo el auspicio de la Iglesia Católica.
También publican decretos oficiales acerca de
"La forma correcta para enseñar...la escritura".
En 1907, el Papa Pio X decretó que era
obligatoria la adhesión a estos decretos. El 21
de abril de 1964, por ejemplo, la Comisión lanzó
un decreto gobernando todas las becas para
estudios bíblicos en general, pero especialmente
la verdad histórica de los evangelios". El
decreto era bastante tajante. Remarcaba que "En
todo momento el intérprete debe mantener un
espíritu de obediencia directa a la autoridad
adoctrinante de la Iglesia". Cualquier erudito
trabajando bajo la tutela de la Comisión -esto
obviamente incluye a los que están trabajando en
la "Ecole Biblique"- es por lo tanto restringido
por los decretos de este comisió, cualqueira que
sea la conclusión obtenida y cualquiera que sea
la dirección en que lo lleva la investigación,
el no debe, en sus escritos y enseñanzas,
contradecir la autoridad de la Comisión
Doctrinal.
Los siguiente son los títulos de algunos de los
manuscritos encontrados en Nag Hammadi o en el
Mar Muerto, fueron mencionados en los escritos
de los primeros historiadores. Haremos destacar
que éstos son sólo algunos y no todos:
La Sabiduría de Jesucristo
El Segundo Apocalípsis de Santiago
El Evangelio de los Nazarenos
El Evangelio de los Egipcios
El Evangelio de Felipe
El Apócrifo (Libro Secreto) de Juan
El Evangelio de la verdad
El Libro Secreto de Santiago
El Apocalípsis de Pablo
Carta de Pedro a Felipe
El Apocalípsis de Pedro
El Testimonio de la Verdad
El Evangelio de María (Magdalena)
El Diálogo del Salvador
Tratado de Resurrección
El Comentario de Habakkuk
El Pergamino de Guerra
El Documento de Damasco
El Pergamino del Templo
El Libro de Tomás el Rival
Sobre el origen del mundo
Antes del descubrimiento de los textos de Nag
Hammadi y los pergaminos del mar Muerto, no
sabíamos nada de las escrituras de los primeros
cristianos, porque se ordenó destruirlas.
Durante el reinado del Emperador cristiano
Flavio Teodosio (379-395 EC) todas las
escrituras que no estaban de acuerdo con la
doctrina de la Cristiandad romana eran quemadas,
con la aprobación del Emperador y la Iglesia.
Nuevamente, durante el reinado del Emperador
Cristiano Valentiniano III (425-454 EC), el
Emperador ordenó que se quemasen todas las
escrituras opuestas a la Versión Romana del
Cristinismo.
Los documentos del Nuevo Testamento
Los evangelios no fueron documentos escritos por
los apóstoles de Jesucristo ni fueron
considerados "inspirados por el espíritu Santo"
cuando fueron escritos. En el siglo II EC., San
Justino se refirió a los evangelios como "Las
memorias de los Apóstoles". En la introducción
del Evangelio de Lucas, el autor afirma que su
intención es la de "compilar" un registro como
el de otros y dice que recibió esta información
de testigos oculares -implicando que él no era
un testigo ocular. La introducción a su capítulo
dice así:
"Puesto que ya muchos han tratado de poner en
orden la historia de las cosas que entre
nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo
enseñaron los que en principio lo vieron con sus
ojos, y fueron ministros de la palabra, me
pareció también a mí, después de haber
investigado con diligencia todas las cosas desde
su origen, escribírtelas en orden..." (Bíbia,
Traducción de Reina y Valera, Versión revisada
en 1960).
Los estudiosos de nuestra época concuerdan en
que los evangelios no datan de la época de
Jesucristo. La mayor parte data del período
entre las dos grandes revoluciones en Judea -del
66 al 74 EC y del 132 hasta el 135 EC- según los
más antiguos registros. Estos primeros escritos
pudieron haber incluido documentos perdidos ya
en esa época -ya que hubo una total destrucción
de registros escritos al despertar la primera
rebelión. Pero es más que seguro que había una
tradición oral. Algunos de los relatos eran
indudablemente muy exagerados y distorsionados,
recibidos y trasmitidos de segunda, tercera y
hasta cuarta mano. Otros, a su vez, tal vez
estaban originados en personas que vivieron en
la época de Jesús y, tal vez, le conocieron
personalmente. Un hombre joven en la época de la
crudifixión bien podía haber sobrevivido hasta
la época en que los evangelios fueron escritos.
Se considera el evangelio de Marcos como el
primero de los evangelios, compuesto en algún
momento de la revolución del 66-74 EC, o tal vez
un poco después, excepto por su mención de la
resurrección que es una adición mucho más
tardía.
A pesar de no ser de los discípulos originales,
Marcos parece venir de Jerusalén, parece ser
compañero de San Pablo, y su evangelio presenta
indiscutibles estampas del pensamiento paulino.
Pero si Marcos fué nativo de Jerusalén, el
evangelio parece ser -según afirma Clemente de
Alejandría- dirigido a una audiencia
greco-romana. Esto en sí explica mucho. En la
época de la composición del evangelio de Marcos,
Judea estaba, o había estado recientemente, en
abierta revuelta, y miles de judíos eran
crucificados por rebelarse contra el Régimen
Romano. Si Marco deseaba que su evangelio
sobreviviese e impresionase a una audiencia
romana, es imposible que haya presentado al
Jesús Anti-romano. A fin de asegurar la
supervivencia de su mensaje, Marcos debió verse
obligado a exonerar a los romanos de matar a
Jesús, para dejar limpio el régimen existente y
profundamente complicado, y acusar a ciertos
judíos de matar al Mesías. Este método fué
adoptado no solo por los demás autores de
evangelios, sino por la Iglesia Cristiana
Primitiva. De no ser por esta artimaña ni los
evangelios ni la Iglesia hubiesen sobrevivido.
El evangelio de Lucas data del año 80 EC. Lucas
parece ser un médico griego que compuso su
trabajo par un oficial romano de algo rango en
Cesarea, la capital romana de Palestina. Para
Lucas, por lo tanto, era necesario aplacar y
apaciguar a los romanos y descargar la culpa en
otro lado.
Para cuando el evangelio de Mateo fué compuesto
-alrededor del año 85 EC- dicha transferencia de
culpa parece haber sido aceptada como un hecho
establecido y no era cuestionada. Más de la
mitad del evangelio de Mateo deriva del
evangelio de Marcos, a pesar de haber sido
compuesto en griego y reflejar características
netamente griegas. El autor parece haber sido un
judío, posiblemente refugiado en Palestina. No
debe ser confundido con Mateo el discípulo, que
vivió mucho antes y que probablemente hablaba
solo arameo.
No se necesita estudiar mucho para descubrir que
estos tres evangelios tienen mucho en común.
Encontramos por ejemplo, que 606 versículos de
los 661 de Marcos aparecen en el evangelio de
Mateo y 380 de los versículos de Marcos se
repiten con pequeñas variaciones en Lucas.
Poniendolo de otra forma, de 1068 versículos de
Mateo; cerca de 500 contienen material
encontrado en Marcos; de 1149 versículos que
componen Lucas, cerca de 380 tienen paralelo en
Marcos. En conjunto existen tan solo 31
versículos de Marcos que no tienen paralelo en
Mateo y Lucas.
Los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas son
conocidos extensamente como los "Evangelios
Sinópticos", implicando que ellos ven "ojo a
ojo" o "con un solo ojo". Lo cual, obviamente,
no es así. De cualquier manera, la similitud
entre ellos sugiere un origen común -tal vez una
tradición oral o algún documento perdido
después. Esto los distingue claramente del
evangelio de Juan, que delata significativamente
diferentes orígenes.
Por otro lado, nada se sabe sobre el autor del
cuarto evangelio. Verdaderamente no hay razón
alguna para asumir que su nombre sea Juan. A
excepción de "Juan el Bautista", el nombre de
Juan no aparece en ningún pasaje de este
evangelio, y su atribución a un hombre llamado
Juan fué aceptada más tarde por tradición. Este
es el último evangelio de entre los presentes en
el Nuevo Testamento, compuesto alrededor del 100
EC en las vecindades de la ciudad griega de
Efeso.
A pesar de que un sin número de nombres se
atribuyen a los evangelios y las epístolas, no
se sabe si estos fueron los verdaderos autores.
La práctica de inventar documentos y falsamente
atribuirlos a otros, los apóstoles, por ejemplo,
es bien conocida en las primeras iglesias
gentiles, en la segunda mitad del siglo II EC.
Dionisio, Obispo de Corinto, escribió:"Como los
hermanos deseaban que escribiese epístolas, lo
hice, y estos apóstoles del Diablo las han
llenado de supercherías, alterando algunas cosas
y añadiendo otras. Para éstos hay un castigo
reservado. No es pues extraño que algunos hayan
intentado adulterar las santas escrituras del
Señor, ya que lo han hecho con otros libros que
no se comparan con éstas".
(Schonfield, Those incredible Christians,
pp.135-137).
¿Por qué se considera al Nuevo Testamento como
palabra de Dios? "La Biblia abierta" que es un
estudio bíblico que usa traducción de la biblia
"New American Standard" de 1959, se refiere a II
Timoteo 3:16 como respuesta que dice: "Toda
escritura es inspirada por Dios y útil para
enseñar, redarguir para corregir, para instruir
en justicia". El Nuevo Testamento como lo
conocemos hoy, no fué finalizado hasta que los
concilios eclesiásticos clasificaron los libros
canónicos en el norte de Africa, en Hippo Regius
el 393 EC y en Cartago el 397 EC. Muchos de los
documentos del Nuevo Testamento eran
considerados canónicos antes de ese tiempo. Aún
así la duda se mantenía. Los únicos libros sobre
los que aún había grandes dudas después del
siglo II EC eran algunos de los que están al
final del Nuevo Testamento.
Orígenes (185-254 EC), un estudioso de la
Biblia, menciona los cuatro evangelios. Hechos
de los Apóstoles, los trece paulinos, I Pedro, I
Juan y el Apocalipsis como los libros aceptados
por todos. Dice además que: Hebrios, II Pedro,
II y III Juan, Santiago, Judas, la Epístola de
Bernabé, el Pastor de Hermas, el Didache y el
Evangelio según los Hebreos fueron discutidos
por algunos. Orígenes decía lo siguiente sobre
la epístola de Los Hebreos:
"Si preguntan por mi opinión, diría que (El
tema) en cuestión es el evangelio del apóstol
(Pablo), pero que la fraseología y la
construcción es de aquellos que recordaban las
enseñanzas del apóstol y escribieron su propia
interpretación de lo que su maestro les dijo".
(Eusebio, La Historia de la Iglesia, The history
of the church, p.202. Inglés).
El Obispo Eusebio (c. 260-339 EC) de Cesarea,
menciona qué libros eran cuestionados:
"Aquellos (Libros) que están en disputa, aunque
sean familiares para muchos, incluyen las
epístolas conocidas como Santiago, Judas, II
Pedro y esos llamados II y III de Juan, sea este
el trabajo del evangelista o de alguien más con
el mismo nombre.
Entre los libros falsos deben contarse: Los
"Hechos de Pablo", "El Pastor" y "Revelaciones
de Pedro"; también la llamada "Epístola de
Bernabé" y las "Enseñanzas de los Apóstoles",
junto con el Apocalípsis de Juan, si es que este
es su lugar apropiado pues ya mencionamos que
algunos lo rechazan y otros lo cuentan entre los
libros reconocidos". (Idem. pp. 88. 89)
Dionisio, Obispo de Alejandría (247 -c.264 EC)
confirma lo que otros pensaban del Apocalípsis
de Juan, mucho antes de que éste sea siquiera
parte del Nuevo Testamento Canónico:
"Algunos de nuestros predecesores rechazaron el
libro y lo rompieron en pedazos, rebatiendolo
capítulo por capítulo, pronunciandolo
inintelegible e ilógico y lo catalogaron de
falso. Dijeron que no era de Juan y mucho menos
una revelación, puesto que estaba cubierto por
una gruesa cortina de incomprensibilidad. Lejos
de ser de alguno de los apóstoles, el autor del
libro no era ni uno de los santos, ni miembro de
la Iglesia, sino Cerintius, fundador de una
secta llamada "Los Cerintios", que quiso
adjuntar un nombre de prestigio a su propia
creación. Esta, dijeron, es la doctrina que
enseñaba: Que el reino de Cristo sería en la
Tierra y que las cosas que él deseaba eran su
propiedad, ser esclavo del cuerpo y la
sensualidad, llenando el Cielo con sueños;
indulgencia ilimitada en la glotonería y la
lujuria en banquetes, borracheras, matrimonios
(por llamar eestas cosas con lo que él pensó
eran nombres respetables), festivales,
sacrificios y la inmolación de las víctimas".
(Idem, p. 240)
¿Por qué tomó tanto tiempo declarar estos libros
auténticos? Para darnos una perspectiva del
tiempo, debemos recordar que sólo han pasado 200
años desde que los E.E.U.U. se independizaron de
Inglaterra; pero no fué sino después de 400
años de la Ascensión de Jesucristo que el Nuevo
Testamento fué terminado. Esto se hizo en
una época donde ya no había sino un material muy
pobre y todo tuvo que copiarse laboriosamente a
mano. Dado que la decisión final de lo que debía
entrar en el Nuevo Testamento oficial unificado
fué tomada 400 años después de la Ascensión de
Jesucristo, entonces ¿A qué escrituras se
refería en II Timoteo 3:16? ¿estaba el autor
también refiriéndose a la Epístola de Bernabé,
al Pastor de Hermas, al Didache y al Evangelio
según los Hebreos? ¿O algunos de los pergaminos
hallados en Nag Hammadi y/o el Mar Muerto? ¿Cómo
podían ser aceptados como Santa Escritura los
totalmente desconocidos libros del Nuevo
Testamento que fueron escritos después de la
época de II Timoteo? Debido a estos
cuestionamientos lo más probable es que el autor
del II Timoteo se refería al Antiguo Testamento.
Si el autor del II Timoteo se refería al Antiguo
Testamento, la pregunta aún sin responder es: ¿Qué
es lo que hace que las escrituras del Nuevo
Testamento se consideren inspiradas o con
autoridad?
Las epístolas de Pablo y su descripción de
Cristo no siempre fueron aceptadas extensamente.
En su "Historia de la Iglesia", Eusebio describe
dos sectas con el nombre de "Ebonitas". Dice lo
siguiente de una de ellas:
"Ellos (Los Ebonitas) nunca negaron que el Señor
nació de una virgen por medio del Espíritu
Santo, pero compartian un firme rechazo a la
preexistencia de Jesús como Dios, el Verbo y la
Sabiduría...Sostenían que todas las epístolas de
Pablo debían de ser rechazadas, y lo llamaban
renegado de la Ley; usaban solo el Evangelio de
los Hebreos, y trataban a los otros con poco
respeto. Como otras sectas observaban el Sabbat
y toda la Ley Judía". (Idem, p. 91)
Algunas Biblias modernas documentaban errores
cometidos en traducciones anteriores. El
prefacio de la Versión Revisada Standard de 1971
establece que la Versión del Rey Jacobo de 1611
tenía "errores muy graves". Estos defectos
fueron descubiertos al encontrarse manuscritos
más antiguos que los que sirvieron de base a la
Versión Rey Jacobo. Se afirma que "estos
defectos son tantos y tan graves como para
llamar a una revisión de la traducción inglesa".
En la Nueva Biblia Americana Standard, hay más
de 127 notas de pie de página que testimonia
correcciones hechas en base a manuscritos más
antiguos del Nuevo Testamento. Se observa, por
ejemplo, que algunos de los "más antiguos
manuscritos" no contienen los últimos once
versículos del capítulo 16 de Marcos, ni los
versos 7:53 - 8:11 de Juan. También dice que
muchos manuscritos no contienen Hechos 8:37 que
dice:
"Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón bien
puedes. Y respondiendo dijo: Creo que Jesucristo
es el hijo de Dios."
En Marcos 1:1 dice "principio del Evangelio de
Jesucristo, Hijo de Dios". Una nota de pie dice
que muchos manuscritos no contienen la frase. En
Apocalipsis 13:18, aprendemos que el Número de
la Bestia es 666, pero una nota de pie dice que
algúnos manuscritos dicen 616. Algunos de los
127 mencionados versos dudosos por la Nueva
Biblia Americana Standard (New American Standard
Bible) son significantes; son de los usados para
argumentar que Jesús es el Hijo de Dios. Si las
versiones más antiguas no contienen versos que
las versiones posteriores del Nuevo Testamento
sí tienen, sólo nos cabe decir que éstos
versos fueron añadidos más tarde. Pero...¿Fueron
éstas las únicas adiciones hechas al Nuevo
Testamento? Tal vez nuevos descubrimientos
de manuscritos más antiguos o la traducción de
alguno de los pergaminos del Mar Muerto
revelarán cambios adicionales.
¿Qué es lo que hace a los libros del Nuevo
Testamento Palabra de Dios? ¿Por qué los
cristianos creen que los libros del Nuevo
Testamento son Escrituras Inspiradas? ¿Quiénes
son los autores del Nuevo Testamento? ¿Quién le
dió al hombre la autoridad de escoger estos
escritos y dejar otros fuera? ¿Por qué, por
ejemplo, "Epístola a los Hebreos" fué rechazado?
¿Cómo sabemos que los originales no fueron
adulterados? Estas preguntas aún no pueden ser
respondidas con autoridad. Pero las respuestas a
estas preguntas son las que establecen los
fundamentos de la Doctrina Cristiana.
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